lunes, 16 de julio de 2012

Ella.

Me acostumbré a nunca dar la talla. Siempre decepcionandoles, siempre decepcionandome. Quizá debía tener en cuenta todas sus posibilidades y capacidades. Era experta en sueños. El problema llegaba cuando tenía que sueños y realidad fueran lo mismo.


No la preguntes si la ves llorar y antetodo, no hables de optimismo, nunca fueron buenos amigos.

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