jueves, 27 de septiembre de 2012

El día que hizo más viento que nunca.

¿Sabes? A veces tengo miedo de perderme. En lo que pudimos ser y no fuimos. En sonrisas que no me pertenecen. En razones que nunca existieron. En el tiempo que malagasté sin asumir que un me rompía sin ti. En las noches llenas de alcohol y vacías de ti. En canciones que me hablan de ti. En el 'tú y yo', pero nunca nosotros. En 'te echo de menos', 'vuelve' o 'ni contigo ni sin ti'. En esos 'te quiero' que nunca nos dijimos, quizá tu lista de mentiras no se podía ampliar. En tus idas y venidas. En tus notas de despedida sin escribir. En el día que decidimos perdernos. En mis ruinas. En mi estúpida necesidad de necesitarte. Pero, ¿sabes lo que me da más miedo aún? Que tú nunca quieras encontrarme.



'Ese suspiro se va por la puerta buscando quizás una ventana abierta, 
el aire de aquello que nunca te dije, palabras que el viento a su antojo dirige.'

domingo, 23 de septiembre de 2012

'Estoy triste y soy un triste.'

Ese momento en el que sientes que la vida tiembla bajo tus pies. Parece no existir tierra bajo ellos. Es como empezar de cero. Tus ojos no reconocen este nuevo escenario. Los hilos, la trama de argumentos, ideas y principios, que sujetan a este títere cualquiera son cortados sin previo aviso. La marioneta ya no sabe ni conoce. Acaba de renacer. ¿Lo habeís experimentado alguna vez? Pues hacerlo. Os sentís jodidos por una milésima de segundo, pero merece la pena.


Sabemos que es el día que comienza el infinito ...


Nada que perder, nada que apostar.

El dolor. Ese que se clava y que hace que el nudo en la garganta ahogue. El tiempo ahoga. Se siente. Son pequeños agujeros que llevamos con nosotros. Como aquel que se hace un tatuaje, de esos que esconden historias detrás.
La felicidad. Amiga del dolor. Sí, amiga del dolor. ¿A quién no le duelen los momentos felices que no van a volver? Recuerdos. Echar de menos la felicidad nos invita a hablar de dolor. Se siente. Es esa pequeña rosa, con cuatro espinas, que parece muy valiente, pero el primer cordero sin bozal la puede devorar.
Pero, ¿y la indiferencia? Cuando ni el dolor ni la felicidad contratacan. Eso preocupa mucho más que hablar de dolor o felicidad. Cuando no sientes. No vives. No mueres. No. Y tampoco.


Cuando los latidos los impulsa Inercia. 
Cuando retrocedes a los primeros escalones de la pirámide de Maslow.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Tiempo.Tiempo para decir adiós.

'He aprendido algo del tiempo, ya sean aquellas dos primeras semanas que pasé contigo, o los dos últimos meses que pasé con él, que al final, el tiempo siempre pasa.
No sé en qué parte del mundo puedes estar John, entiendo que hace mucho perdí el derecho a saber esas cosas, pero pasen los años que pasen hay algo que tengo más claro que nunca:
nos vemos pronto.'


'Así estaremos siempre juntos, aunque estemos separados. De esa manera, cuando menos lo esperemos...nos volveremos a ver.'



viernes, 14 de septiembre de 2012

O la besas. O dejas que se siga rompiendo.

Somos un continuo 'tira y afloja'. Y mi corazón, o lo poco que queda de él, se niega. Sus pedazos no se ven capaces de soportar todos aquellos baches. 'O todo o nada'-murmuró ella. Para el Sol ya era tarde, para besarle también. Pero ya sabes aquello de ... 'Más vale tarde que nunca'.



Bésame si quieres, quiéreme si sabes ...

jueves, 6 de septiembre de 2012

Asuntos pendientes.

Abrazo recuerdos, porque a ti ya hace tiempo que no te puedo abrazar. Miro fotos, por todas aquellas sonrisas que no fotografiamos.  Digo palabras escritas, por todo lo que no dijimos. Camino, por todos aquellos paseos que no dimos. Como techo, por no poder comerte a ti. No duermo, por todas las noches que me debes. Me rompo, por todos aquellos silencios que no rompimos.



Y te quiero ... bueno, eso ya no tengo tan claro el porqué.


miércoles, 5 de septiembre de 2012

A tres pasos y medio.

Ahí estaban. Mirándose. Sabiendo que aunque era conocidos, parecían completos extraños. No se querían reconocer. Habían estado tanto tiempo jugando a hacerse daño que estaban apunto de romperse. De arruinarse. Pero, ¿y qué?. Su orgullo era más fuerte que todas las noches que no compartían, más fuerte que todo aquello que les obligaba a compartir silencios, más fuerte que ellos. Pero ya era tarde. se dieron la espalda y decidieron fingir que no dolía. Aunque eran conscientes, de que de esa forma, dolería el doble.