martes, 12 de julio de 2016

"Pájaros derrotados que aceptan su caída."

"Y nunca quise olvidarte pero me está haciendo falta. 
Y he seguido haciendo cosas raras." 

Se me están juntando Ismael, Serrat y Coque para que te revele las fotos que nunca nos hicimos y los secretos a gritos que ya no oyes. Cuando una cara desconocida me recuerda un olor más que conocido, todo son taquicardias. Sólo entonces lo veo claro: tengo razones suficientes para pedirte que vuelvas pero ninguna para que te quedes. Que si me merezco algo mejor, que no alguien. Que si una versión mejor, como si no nos hubiésemos querido en cada una de nuestras versiones. Yo me conformo con saber que sigues haciéndolo todo así, en tu mejor versión, porque no sabes vivirte de otra forma. Me vale con un "enhorabuena" para que recuerdes que yo siempre creí en ti cuando tú ya no. Verte celebrándote entre cervezas. Saber que estás bien o estable dentro de la gravedad. Que ya sabes cómo volar sin necesidad de inmolarte. Lo sé, siempre se repiten ese par de versos en mi cabeza, pero no somos un mal final cuando hemos sido todos los principios, hasta perderlos. 

Lo siento.

Por todos los viajes con aeropuertos que no, por los de sin salir de la cama que tampoco, por todos los bares con cerveza barata y recuerdos con ritmo caros, por las veces que no estuve a tiempo para un abrazo, para los cumpleaños sin regalos que desenvolver, por los libros que nunca te dediqué, por los planes, las ganas e ilusiones rotas. Por una lista que no llego a alcanzar. 

Pero llego tarde para pedir perdón. 

Invadir tu espacio vital nunca fue conquista ni propósito de saqueo. Cuida todos tus tesoros en vez de enterrarlos bajo llave. Y dinamita todos tus candados. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario