sábado, 1 de diciembre de 2012

Reproches al filo de sus labios.

No me echas de menos. Sólo que no tienes a nadie que te regale uno de esos. Eres cobarde por suspirar todos esos 'te echo de menos' cuando ya no estoy. Cuando te das cuenta que ese no te hacía feliz. Que solo eras un pasatiempo en tu colchón y ya. Fuiste una mala noche y unas ganas de follar tremendas. Y tú hablándole de 'hacer el amor', ingenua. Pero más ingenuo fui yo cuando te quise aún sabiendo que tú no te dejarías querer. Ahora que no sabes dónde ni con quién estoy. ¿Ahora me vienes con esos ojitos llenos de 'ven a pudrirte conmigo'? No. Ahora aprendes a echarme de menos en silencio. Nada de ser princesa. Nada de ser felices. Nada de comer perdices, ahora comes techo. Nada de 'nosotros'. Y es que como tú decias, a final de todo te queda la nada - dijo Él.


'Soy el pellizco pa' cuando te olvidas de mi.'

No hay comentarios:

Publicar un comentario