Qué más da que sea el último del año si es tan insalvable como el primero sin ti. Cuando llegaste me confesaste que te declarabas la guerra y yo anunciándote que los domingos sólo son trocitos de paz. Pero que rompiste mis principios, supongo que por eso no sé sernos punto y final.
Desde aquel domingo de mayo me prometí no quererte más de lo establecido, pero y qué si mis manos sólo se querían encontrar con las tuyas a las pocas semanas de no verte los ojos.
"La culpa es de los versos no escritos" - me repetí.
Y aún me lo sigo repitiendo.
Mejor no hablar de las noches mal cosidas. De mis pesadillas y de tus ganas de curármelas. Tus líneas me trepaban las costillas y yo sólo sabía sonreír como no lo había hecho en mi puta vida. Tú culpándome de tus sonrisas y yo culpándote de no tenerte aquí.
Nos rebobino a escondidas y más de lo debido. Ahora que todo es domingo. Quiero quedarme sin tener que irme. No tener que volver por haberme ido. Pero me conoces de memoria y sabes que sólo sé huir.
Y qué si
"Huir
es lo más parecido
a buscarte
que he hecho
en mi puta vida."
Me encanta, y me siento muchas veces identificada con lo que escribes. Precioso.
ResponderEliminarPor eso vengo a decirte que te he nominado a los premios Liebster Awards.
Pásate por mi blog si quieres enterarte de qué va la cosa.
Un besazo!