domingo, 29 de diciembre de 2013

El último domingo es tan solo el primero.

Qué más da que sea el último del año si es tan insalvable como el primero sin ti. Cuando llegaste me confesaste que te declarabas la guerra y yo anunciándote que los domingos sólo son trocitos de paz. Pero que rompiste mis principios, supongo que por eso no sé sernos punto y final. 
Desde aquel domingo de mayo me prometí no quererte más de lo establecido, pero y qué si mis manos sólo se querían encontrar con las tuyas a las pocas semanas de no verte los ojos. 

"La culpa es de los versos no escritos" - me repetí. 
Y aún me lo sigo repitiendo. 

Mejor no hablar de las noches mal cosidas. De mis pesadillas y de tus ganas de curármelas. Tus líneas me trepaban las costillas y yo sólo sabía sonreír como no lo había hecho en mi puta vida. Tú culpándome de tus sonrisas y yo culpándote de no tenerte aquí. 

Nos rebobino a escondidas y más de lo debido. Ahora que todo es domingo. Quiero quedarme sin tener que irme. No tener que volver por haberme ido. Pero me conoces de memoria y sabes que sólo sé huir

Y qué si

"Huir
es lo más parecido
a buscarte
que he hecho
en mi puta vida."


1 comentario:

  1. Me encanta, y me siento muchas veces identificada con lo que escribes. Precioso.
    Por eso vengo a decirte que te he nominado a los premios Liebster Awards.
    Pásate por mi blog si quieres enterarte de qué va la cosa.
    Un besazo!

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